El Cuartel General del Ejército ya tiene una escultura de Sebastián de Eslava y Lasaga desde el pasado lunes, 17 de febrero.
Sebastián de Eslava fue virrey de Nueva Granada (actual Colombia) durante la semi-afamada defensa de Cartagena de Indias frente al asedio británico en 1741. Y ese «semi» encierra la circunstancia de que muchos desconocen que fue una batalla terrestre, casi nada naval, que esa guerra se llamaba del Asiento, que fue ganada por España y… que hubo mucha responsabilidad y mérito en la figura del virrey cuya presencia allí fue premeditada por la corona española y Eslava respondió a tal confianza con brillantez.
La Armada española lleva unos años reivindicando y recuperando la figura de Blas de Lezo. Era, pues, correcto, que el Ejército de Tierra hiciera lo mismo con otro de los protagonistas de esa defensa de Cartagena de Indias. Simplificar todo el mérito en una persona, por brillante que pudiera ser, es flaco favor y recuerdo a quienes participaron e, incluso, entregaron su vida en ello. Y, quizá, en sea este aspecto uno de los más sobresalientes en esta persona que, al mismo tiempo que se ganó la animadversión por su determinación en acabar con corruptelas administrativas (quizá radique ahí su infame imagen): su capacidad de coordinar y obtener de todos su colaboradores lo justo y adecuado para llevar a buen término su cometido.
Sebastián de Eslava, en calidad de virrey de Nueva Granada, y comandante general, dirigió las acciones militares junto a Blas de Lezo, marino, que también comandante general de Cartagena de Indias.
Los descendientes de Eslava
Esta iniciativa de erigir un monumento a Eslava partió de sus descendientes, que desde la Fundación Mencos llevan años tratando de reivindicar la figura de Sebastián de Eslava, sobre todo porque consideran que la historiografía le ha “vilipendiado” por los enfrentamientos que tuvo con Blas de Lezo, incluso con fuertes divisiones de opiniones sobre la defensa frente al asedio en Cartagena de Indias.
Tras celebrar el exitoso ciclo de conferencias celebradas durante el pasado mes de septiembre de 2019 en Pamplona, organizadas junto con la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra y el Nuevo Casino Principal, la Fundación Mencos constató el gran interés sobre la figura de Eslava, y surgió la idea de promover que se erigiera una escultura en su recuerdo.
De esta forma la fundación inició una campaña buscando apoyos y financiación, logrando recibir numerosos apoyos, también económicos, tanto de pequeños donantes como de asociaciones y de grandes mecenas que hicieron aportaciones importantes.
El artista elegido, Fernando Montero de Espinosa, es un escultor que ya había elaborado una figura de Blas de Lezo, exhibida en el Museo Naval de Madrid. También había hecho en su día otro busto en escayola de Eslava.
El Ejército aceptó colocar el busto
A través de la Asociación Retógenes de Amigos de la Historia Militar, la Fundación Mencos entró en contacto con el Cuartel General del Ejército de Tierra. Los mandos del Ejército aceptaron la propuesta de colocar el busto de Sebastián de Eslava -que llegó a capitán general- en los jardines del Palacio de Buenavista, la sede del cuartel general, junto a la Plaza de Cibeles de Madrid.
Este lunes 17 de febrero se hizo entrega oficial, con firma documental incluida, de la escultura por parte de la Fundación Mencos. Se trata de un busto, a tamaño algo mayor que el natural, de cabeza y parte superior del torso de Eslava.
Según cuenta el escultor, Fernando Montero de Espinosa, está inspirado en las representaciones de este militar realizada en cuadros de la época fechadas unos años después del asedio de Cartagena de Indias, siendo ya capitán general y secretario de Estado y de Despacho Universal de la Guerra o, como diríamos actualmente, de ministro de Defensa.
La técnica empleada por el autor es el moldeado a la cera perdida: una vez elaborado un molde en arcilla, se obtiene el busto en bronce, un material resistente habitual otras estatuas y esculturas exhibida al aire libre también. La obra se ha facturado durante el pasado otoño del 2019.
El busto, sobre un pedestal de granito, lleva grabado el escudo de los Eslava presente en la casa familiar de Pamplona.
Junto al monumento, el Ejército de Tierra se colocó una placa que proclama que la pequeña “rotonda” en los jardines del Palacio de Buenavista pasaba a ser la “Plaza Don Sebastián de Eslava y Lasaga”. En la placa también se mencionan algunos hitos de la carrera de esta figura militar del Ejército de Tierra en el siglo XVIII.
Asistencia del JEME
Como estaba previsto al acto asistió el Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), el general de Ejército Francisco Javier Varela Salas, así como otros altos mandos del Ejército de Tierra, junto a los miembros de la Fundación Mencos, descendientes de Sebastián de Eslava.
La inauguración estuvo precedida de una conferencia sobre la vida de este militar a cargo de Jesús Dolado, presidente de la Asociación Retógenes de Amigos de la Historia Militar y coautor del libro ‘Sebastián Eslava: un héroe robado a España’ (ISBN: 978-84-1620-062-7), en el que se reivindicaba
“la figura de uno de los mejores generales de nuestro Ejército, gestor indiscutible de la victoria, al que, por desconocimiento o mala fe, se le ha ignorado en el mejor de los casos cuando no vejado y calumniado”.
Dolado, como ya hiciera en Pamplona, trató sobre toda la vida de Eslava, sin olvidar su papel como jefe indiscutible de la defensa de Cartagena de Indias y desmontando las “falsedades” vertidas sobre Sebastián de Eslava.
Al tiempo que se adjuntan algunas imágenes cedidas por la Fundación Mencos, avanzar que ya está en imprenta, junto al resto del próximo número de Pregón (el nº 55), un artículo sobre este héroe olvidado de España que gustará a más de uno. Como pregoneros compartir con todos la buena nueva que han compartido con nosotros nuestros compañeros, sus descendientes.
