Francisco Javier Galán Soraluce (Pamplona, 1942) estudió Ingeniería de Caminos en la Escuela de Madrid. Tras su paso por el Ministerio de Obras Públicas y la empresa constructora Agromán, trabaja desde 1968 a 1991 en la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, participando en la elaboración de diversos proyectos de abastecimiento y saneamiento así como de plantas de tratamiento de agua potable y depuración de residuales y el Centro de Residuos Urbanos de la Comarca de Pamplona, compaginando con el trabajo en la Mancomunidad, en el periodo 1975 a 1980, con el de Jefe de los Servicios Técnicos del Ayuntamiento de Pamplona. De 1990 a 1992 trabajó en la dirección de obra de diversos polígonos industriales y residenciales. A partir de 1992 trabaja en temas energéticos en la empresa Acciona Energía proyectando las obras civiles y participando en la construcción de centrales hidroeléctricas, parques eólicos, plantas solares, de biomasa, de biocombustibles etc. llevando también la explotación de las
presas.
Gracias a su amistad con Jorge Oteiza, Navarra cuenta con su museo en Alzuza, localidad donde reside, y proyectado por Javier Sáinz de Oiza.
Ha recibido, en 2007, la Medalla al mérito profesional del Colegio de Ingenieros de Caminos. Desde 2014 está jubilado.
Ha escrito numerosos artículos. Para la Fundación Esteyco escribió en 2007 «La energía de los fluidos«, una obra de marcado carácter autobiográfico. Recientemente, para la misma fundación, escribió «Tramitaciones ambientales históricas» (2016).